Este martes, el oficial del Ejército de Estados Unidos, Harrison Mann, compartió una carta declarando sus razones para dejar su cargo cuestionando el apoyo de su país a Israel en la guerra en Gaza.
“No puedo justificar permanecer en silencio por más tiempo”, escribió en la red social para networking LinkedIn.
En el documento, Mann quien perteneció a la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA, por sus siglas en inglés) declara su admiración por sus superiores y agradece el compañerismo pero señala “esta oficina no solo informa política. Facilita y a veces, directamente ejecuta política”.
La DIA se encarga de producir, analizar y diseminar inteligencia militar a misiones de combate y no combate.
Declara que la política que ha estado en su mente en los últimos seis mese ha sido el “apoyo al gobierno de Israel, que ha empoderado y permitido el asesinato y hambruna de decenas de miles de palestinos inocentes. Así como fuimos recordados recientemente, este apoyo incondicional también impulsa la escalada temeraria que arriesga ampliar la guerra”.
Harrison Mann declaró que su trabajo “por más administrativo o marginal que aparente ser ha incuestionablemente contribuido al apoyo”.
Con las más terribles y angustiosas imágenes presentadas incluso en los noticieros no ha sido capaz de ignorar la conexión entre estas y sus tareas, por lo que finalmente “esta herida moral” lo llevó a presentar su renuncia el pasado 1 de noviembre.
Mann declara que se mantuvo en su puesto con la esperanza de que la guerra terminara o que finalmente hubiera un cambio material en el apoyo a Israel.
Además le daba miedo violar las normas profesionales o decepcionar a su equipo y oficiales a los que respetaba.
Pero finalmente, “en algún punto -cualquiera que sea la justificación-estás avanzando la política de permitir la hambruna en masa de niños o no.”
Afirma que se da cuenta que si él tenía miedo de dar voz a su preocupación ahora reconoce que sus compañeros también y les debió tener más fe.
Cifras del Ministerio de Salud de la Franja de Gaza estiman en 35 mil muertos desde el inicio del conflicto al que países como Sudáfrica califican de genocidio e incluso llevaron a Israel ante la Corte Internacional de Justicia; a su vez el excandidato presidencial estadounidense Ralph Nader calculó en marzo pasado que la cifra de víctimas sería mucho mayor, de casi 200 mil personas.
Esto debido a las numerosas privaciones por la destrucción de servicios básicos y de salud a consecuencia de la ofensiva israelí en un territorio que concentra a 2 millones de personas, la mayoría niños; sumado a la mínima entrada de ayuda humanitaria debido a las restricciones israelíes.
Mann no es el primer funcionario estadounidense en renunciar públicamente en oposición a la guerra en Gaza, que ya deja más de 35.000 muertos.
En el Departamento de Estado, al menos tres personas han dejado sus puestos por cómo Estados Unidos ha gestionado el conflicto.
A su vez, cientos de trabajadores de la Agencia de EE.UU. para el Desarrollo (Usaid) firmaron en noviembre del año pasado una carta pidiendo al Gobierno que facilitara un alto al fuego en el territorio palestino.