En medio de los fuertes recortes del gasto público que lleva a cabo el gobierno de Javier Milei, los senadores decidieron por mayoría ir en sentido contrario y disparar a más del triple sus dietas legislativas.
Lo que cada senador percibirá pasará de 1.7 millones de pesos argentinos brutos al mes (33 mil 428 pesos mexicanos al tipo de cambio oficial actual) a 6.3 millones de pesos argentinos (118 mil pesos mexicanos).
Aunque en neto serán 4 millones de pesos argentinos, unos 78 mil pesos mexicanos.
La sesión duró apenas unos minutos y la aprobación del aumento de la dieta ocurrió sin debate, de manera “fast track”, a mano alzada, y con más dos terceras partes de los votos a favor como era necesario.
Los únicos senadores que se opusieron fueron los del Grupo Parlamentario de La Libertad Avanza (LLA), partido fundado por Javier Milei.
Aunque Milei ganó las elecciones en votación histórica, el partido de Milei es nuevo y solo tiene siete de los 72 senadores, de modo que fue aplastante la mayoría a favor el aumento.
De hecho votaron por el incremento los otros partidos que apoyaron a Milei, para unirse con la oposición kirchnerista y peronista.
El Presidente reaccionó en Twitter (X): “Así se mueve la casta. Los únicos 7 que votaron en contra son los senadores de La Libertad Avanza. El 2025 (año para renovar parte del Senado) será paliza histórica”.
Escándalo generó esta acción de la Cámara de Senadores, pues ocurre en el contexto de la crisis económica iniciada en el anterior gobierno y mientras la nueva administración trata de cuadrar las cuentas para poder frenar la inflación y con ello el empobrecimiento.
Ezequiel Atauche, jefe del bloque de LLA, anunció que presentará un proyecto de ley para cancelar el incremento de los salarios.
“Los libertarios no queríamos formalmente el aumento. Fue una expresión clara mía en la reunión de labor parlamentaria previa. No queríamos el aumento y de que esto se trate, porque va en contra de todo lo que decimos nosotros”, destacó el senador pro-Milei.
Victoria Villarruel, vicepresidente de Argentina y quien además preside las sesiones del Senado, explicó por qué no pudo detener la votación, al comentar que legisladores “de todos los bloques acordaron un aumento de su salario que fue votado a mano alzada en el recinto por contar con los votos necesarios para hacerlo”.
“Como Presidente del Senado no soy senadora, no cobro del Senado y no puedo interferir en esas decisiones. Tampoco puedo obligar a que se vote nominalmente ni a que se justifique la decisión avalada por todos, porque no soy senadora”.