El episodio involucró a una aeronave de Japan Airlines y un turbohélice de la Guardia Costera que se preparaba para despegar del aeropuerto de Heneda.

Expertos señalaron que, por lo general, para que se produzcan accidentes de esta magnitud, suele darse una falla de varias barreras de seguridad, e inclusive, podría tratarse de negligencia.

Es por ello que, además de examinar las naves, también se entrevistará a los implicados.

“Hay muchas posibilidades de que se tratara de un error humano. Los accidentes aéreos ocurren muy raramente debido a un sólo problema por lo que creo que, esta vez, hubo dos o tres problemas que condujeron al accidente”, comentó el analista de aviación y expiloto de Japan Airlines, Hiroyuki Kobayashi.

Según los investigadores, el avión sí había recibido el permiso de aterrizaje pero la nave más pequeña no había sido autorizada a despegar.