Viajeros principalmente del Valle de México han revitalizado las actividades en Acapulco, que estuvieron casi paralizadas desde el pasado 25 de octubre, fecha del impacto del huracán «Otis». Este fin de semana, la ciudad reportó una disponibilidad de 4 mil 500 cuartos de hotel, con una ocupación del 71%, según cifras oficiales.

La familias también optaron por viajar en caravana y alquilar casas y departamentos que sufrieron pocos daños. A pesar de los restos visibles en la Zona Diamante,disfrutaron del mar.

La afluencia de turistas se hizo evidente desde el viernes pasado, con vehículos procedentes de la Ciudad de México, Estado de México y Morelos circulando por la carrera Escénica y la Costera Miguel Alemán. El Hotel Bali-Hai, uno de los pocos que continuó operando tras el huracán, informó una ocupación del 60% por turistas recién llegados y el restante por trabajadores dedicados a la reconstrucción.

El huracán «Otis», categoría 5, azotó Acapulco con vientos sostenidos de 270 kilómetros por hora y ráfagas de más de 300.

Aunque Playa Bonfil sufrió daños considerables, bañistas perseveraron, adaptándose a las nuevas condiciones.