Al ser cuestionado sobre la situación de inseguridad que enfrentaba el puerto antes del devastador paso del huracán, el presidente López Obrador afirmó: «Va a mejorar mucho porque desde el huracán, desde antes ya teníamos más presencia de la Guardia Nacional».

El jefe del Ejecutivo resaltó que, a pesar del impacto significativo del huracán Otis en el destino turístico, una de las primeras decisiones tomadas fue enviar elementos de seguridad para proteger a la población.

«Desde antes pues están ahí marinos, soldados, y más de 10 mil elementos de la Guardia Nacional», señaló el presidente, enfatizando el compromiso del gobierno en mantener la seguridad en Acapulco.

El despliegue de fuerzas federales y militares, según López Obrador, ha sido fundamental para hacer frente a la inseguridad, y la presencia de la Guardia Nacional se ha fortalecido aún más después del huracán Otis. La medida busca no solo brindar seguridad a los habitantes de Acapulco, sino también garantizar un entorno seguro para el turismo, una parte esencial de la economía local.