En una carta dirigida al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, la gobernadora demócrata de Arizona, Katie Hobbs, expresó su frustración y preocupación por la respuesta del gobierno federal a la crisis de la frontera sur y, en el proceso, exigió un reembolso.

En un comunicado distribuido el viernes, Hobb aseguró haber enviado la misiva con la petición de reasignar a miembros de la Guardia Nacional para ayudar en su reapertura, así como que reembolsar.

«Los 512 millones 529 mil 333 dólares que nos ha costado la inacción federal en la frontera».

La solicitud es una señal de la creciente preocupación por problemas derivados de la entrada de personas indocumentadas a Estados Unidos a través de la frontera sur. La Patrulla Fronteriza afirmó haber registrado 260 mil «encuentros» en septiembre y 240 mil en octubre.

Igualmente, reportó hace siete días que Tucson (Arizona) marcó un récord de 17 mil 500 «encuentros» en una semana. Para el año fiscal 2023, que finalizó en septiembre, se reportó el arresto de 2.4 millones de indocumentados, gran parte de ellos son centro y sudamericanos; también hubo mexicanos, y personas de otros orígenes.

En la carta, Hobbs precisó que  los reembolsos exigidos son por «el fracaso del gobierno federal en asegurar la frontera de Arizona» y enfatizó que en el futuro, el estado de Arizona buscará regularmente que el gobierno federal reponga fondos gastados para cubrir lo que considera como fallas del gobierno federal.

El lunes, el puerto de entrada de Lukeville fue cerrado por orden del gobierno federal, lo que obligó a residentes estadounidenses y mexicanos a conducir varias horas hasta el siguiente puerto de entrada en las ciudades gemelas de Nogales.

El cierre, añadió, «ha provocado una crisis humanitaria absoluta en el área y ha puesto en riesgo el comercio y la seguridad de Arizona», señaló Hobbs.