Rumbo al cierre de su sexenio, el presidente Andrés Manuel López Obrador expresó que se siente «muy bien» y con algunos achaques, además que admitió que en México «sí hay problemas» relacionados con la violencia.

«Me siento muy bien, con algunos achaques; el calcañal, tutupiche, pero bien. Y espero que terminemos bien el gobierno, van bien las cosas, sí hay problemas, cómo no, lo que más duele es lo que tiene que ver con la violencia, con la pérdida de vidas humanas», expresó López Obrador en su conferencia mañanera de este jueves 30 de noviembre en Palacio Nacional.

«Espero que este año ya lleguemos a una disminución de homicidios del 20%, que no es poca cosa porque estaba hasta arriba», añadió.

«Tirando aceite», comentó que lo que más satisfacción le produce en lo interno es la reducción de la pobreza: «Eso es lo más importante, porque les puedo decir que también México es de los países con menos desempleo, con récord en inversión extranjera, en reservas de divisas en el Banco de México, récord en remesas».

«Lo más importante es la reducción de la pobreza y la desigualdad», dijo al señalar que este logro no se había visto en 40 años.

Aseguró López Obrador que todos los indicadores «están manifestando» que va a seguir el crecimiento de la economía y la creación de empleos. «Hay que estar nada más pendientes de la inflación, que no se nos dispare, pero no creo que se nos salga de control», refirió.

Finalmente, destacó que en México no hay una deuda incontrolable por encima del 50% del PIB.