Francisco Solares, presidente de la CMIC, destacó la importancia de implementar medidas preventivas en ciudades propensas a huracanes, citando ejemplos exitosos como Miami, donde los alojamientos han adoptado cortinas de aluminio frente a las ventanas para reducir el impacto de los fenómenos climáticos. Estas prácticas podrían ser implementadas en Acapulco como parte del proyecto de construcción antihuracanes.
Entre las opciones consideradas para la construcción resiliente en Acapulco se encuentra la posibilidad de diseñar edificios sin grandes ventanales y la edificación de muros con materiales más resistentes, como tabiques. Estas medidas buscan incrementar la resistencia de las estructuras ante futuros eventos climáticos extremos.
Solares subrayó que la industria de la construcción cuenta con la maquinaria necesaria para llevar a cabo este proyecto, aunque reconoció que implicará el traslado de equipos desde otros estados para completar la obra de reconstrucción.
En términos de la fuerza laboral requerida para llevar a cabo esta ambiciosa iniciativa, se contempla la participación de personal proveniente de otras naciones. La organización civil Pueblos Sin Fronteras ha informado que ha elaborado listas de migrantes dispuestos a sumarse a esta labor, contribuyendo así al esfuerzo colectivo de reconstrucción.
El proyecto propuesto por la CMIC no solo busca restaurar Acapulco después de la devastación de ‘Otis’.