Movimiento Ciudadano y el gobernador con licencia de Nuevo León, Samuel García, sufrieron un revés con la designación por parte del Congreso estatal del vicefiscal Luis Enrique Orozco, como mandatario estatal interino por seis meses.

García, quien había prometido en su campaña para la gubernatura no abandonar el cargo en búsqueda de otras aspiraciones políticas, trató de entregar la titularidad del Ejecutivo estatal a su secretario de Gobierno, Javier Luis Navarro Velasco, sin embargo, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, confirmó que eran los legisladores neoloneses quienes deberían decidir a quién dejar en el cargo.

Esto según establece el artículo 116 de la Constitución federal y de conformidad con lo que señale la Constitución de Nuevo León.

García había retomado el martes por la noche sus funciones de forma temporal ante la falta de un acuerdo para la designación de un gobernador interino luego de realizar sus primeros actos de precampaña en Coahuila, Tamaulipas y Nuevo León.

La ausencia de acuerdos días previos y las disputas abiertas entre el Ejecutivo estatal con licencia y los legisladores terminó en la toma del Congreso por parte de personas encapuchadas, quienes impidieron los trabajos legislativos.

Al exterior del Congreso llegaron elementos de Fuerza Civil, que se mantuvieron a la expectativa, mientras diputados de MC acusaron al presidente de la Legislatura, el panista Mauro Guerra, de indebidamente dejar ingresar al recinto a los agentes de la AEI.

Previamente, el secretario general de Gobierno había anunciado que contaba con una suspensión provisional de un juez de distrito en el ramo laboral de la Ciudad de México, que exigió al Congreso elegir a un gobernador de MC, y que sea designado por unanimidad de todos los integrantes de la Legislatura.

Tras la designación, Samuel García advirtió que tomará acciones legales, al anunciar que demandará por desacato ante el Tribunal Electoral la designación de Luis Enrique Orozco.

Asimismo, se deslindó de las acciones de los manifestantes que irrumpieron en el recinto legislativo y dijo que desconoce si se trata de simpatizantes del partido naranja.

García Sepúlveda reiteró que las provocaciones vienen de parte de Alejandro Moreno y Marko Cortés, líderes nacionales del PRI y el PAN, respectivamente, quienes buscan «reventar» a los emecistas.

Por su parte, Javier Navarro aseguró ayer por la noche en un medio de circulación nacional, que el Gabinete legal de Nuevo León no obedecerá a Luis Enrique Orozco.

Acusó que PRI y PAN controlan la Fiscalía estatal y que fue un acto de provocación la entrada de agentes armados al recinto legislativo.

Rechazó que se trate de un acto antidemocrático la negativa de aceptar la designación y que debieron ser los legisladores quienes acataran la sentencia del Tribunal.