Cientos de palestinos, entre ellos 36 bebés de incubadora, agotan sus probabilidades de sobrevivir en los únicos dos hospitales que siguen funcionando en el norte de la Franja de Gaza, mientras el Ejército de Israel asedia estos centros médicos, que se están quedando sin sangre, agua, electricidad y comida.
«Todos los hospitales de (la ciudad de) Gaza y del norte (de la Franja) están fuera de servicio, excepto el de Al Shifa y el Indonesio», indicó en rueda de prensa el doctor Mohamed Zaqout, director general de hospitales en el enclave palestino.
Según Zaqout, que forma parte del Ministerio de Sanidad de la Franja, controlada por el grupo islamista Hamás, la Unidad de Cuidados Intensivos de Al Shifa, el centro médico más importante de la Franja y ubicado en la ciudad de Gaza, así como los alrededores del Hospital Indonesio, situado en Bait Lahia, muy cerca de la frontera norte del enclave, han estado bajo fuego israelí.
Solo en Al Shifa hay unas 2.500 personas entre personal médico, pacientes -entre ellos unos 650 heridos y 36 bebés en incubadoras- y refugiados, explicó Zaqout, quien teme por la vida de los pacientes que necesitan estar conectados a máquinas, como los enfermos de cáncer, o los que padecen afecciones cardíacas o renales.
«Lo que ocurre en los hospitales (de Gaza) es una catástrofe: doce pacientes murieron en el hospital Al Shifa por la falta de electricidad y productos médicos, incluyendo dos recién nacidos», denunció el Ministerio de Sanidad de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que gobierna áreas reducidas de Cisjordania ocupada.
Un total de 23 de los 35 hospitales de toda la Franja han colapsado totalmente, mientras los doctores deben realizar operaciones sin anestesia, añadió.
En Al Shifa «los heridos, enfermos y el personal médico no tienen nada que comer», mientras las fuerzas israelíes «bombardean los pozos de agua y estaciones de oxígeno, y las reservas de sangre ya no se pueden usar debido al corte eléctrico» que impidió su refrigeración, explicó el ministerio de la ANP.
Richard Hecht, portavoz del Ejército israelí, dijo este domingo que, «conscientes de la situación de energía del hospital» y del estado de los 36 bebés en las incubadoras, las tropas llevaron 300 litros de combustible hasta las puertas de Al Shifa.
«Si toman el combustible, pueden darles el tiempo y la energía que necesitan (…) Tristemente, hasta ahora no han tomado el combustible. Podría ser Hamás impidiéndoles que lo hagan, eso es lo que asumimos que está sucediendo», añadió.
El director del hospital, Muhammad Abu Salmiya, confirmó haber sido contactado por por funcionarios israelíes con la oferta de combustible y negó rechazarla, pero señaló que la cantidad no sería suficiente, ya que el centro médico requiere de 8 mil a 12 mil litros por día para operar.
Siendo los 300 litros apenas para «durar 30 minutos», esto según CNN Indonesia.
Al borde del colapso, el hospital Al Shifa busca cavar una fosa común para enterrar unos cien cuerpos que no puede conservar en cámaras frigoríficas, pero no puede hacerlo por el asedio y los ataques israelíes.
«No existe un lugar seguro en Al Shifa y sus alrededores, y el acceso a los cuerpos de los mártires es imposible», confirmó Zaqout.
«En tanto, la acumulación de basura y desechos médicos, la falta de agua y los cortes de energía amenazan la vida de todos» del enclave, subrayó.
Sin un sorbo de agua ni un destello de luz eléctrica, dos hospitales infantiles de la ciudad de Gaza, Al Nasr y Al Rantisi, colapsaron el sábado, dejando a decenas de niños sin atención médica, incluyendo cinco en cuidados intensivos, asegura Zaqout.
«Los niños corren riesgo de muerte debido a la evacuación forzosa de los hospitales», subrayó, al informar que la maternidad privada de Mahdi, en la ciudad de Gaza, fue atacada anoche y dos médicos murieron.
Las fuerzas aéreas, terrestres y navales de Israel han mantenido a la Franja de Gaza bajo fuego desde el 7 de octubre, cuando se desató la guerra contra Hamás tras un ataque masivo del grupo islámico en el sur de Israel que causó unos 1.200 muertos y 240 secuestrados.
Desde entonces, el empobrecido enclave palestino acumula más de 11.100 muertos, 28.200 heridos, 3.000 desaparecidos y más de 1,5 millones de desplazados -más de dos tercios de la población total- que viven en condiciones de hacinamiento y en medio de la escasez de agua potable, alimento, medicinas, electricidad y combustible.
Las tropas israelíes «apuntan a todo lo que se mueva en Al Shifa. No hay una ruta segura hacia o desde» ese hospital, por lo que los pacientes no pueden ser evacuados, afirmó Zaqout.
Israel ha justificado los ataques a hospitales o ambulancias asegurando que Hamás se sirve de esas estructuras para operar.
Según Hecht, Israel «no busca tomar los hospitales, sino la infraestructura (de Hamás) en su interior».
«No hemos entrado aún al hospital (Al Shifa), esperamos que ellos (los milicianos) salgan y se rindan para luego entrar y tomar su infraestructura en el hospital. Haremos lo que tenemos que hacer y nos iremos», dijo.