Los casi 18 mil millones de pesos de los que hoy dispone el gobierno federal para atender desastres como el ocurrido en Acapulco, Guerrero, a través del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) representan la mitad de los recursos disponibles en 2020, antes de su extinción como fideicomiso (mas no como programa de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público), cambio que se tradujo en que los recursos ahora dependen de la aprobación de fondos presupuestales anuales sometidos a reducciones.
De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) en 2021 comenzó a vaciarse este fideicomiso que reportó una bolsa de recursos de 35 mil 140 millones de pesos al cierre de 2020.
Por otra parte, en el Informe de Resultados de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) correspondiente a ese año, vienen observaciones relacionadas con lineamientos administrativos, pero ninguna indica actos de corrupción.
De acuerdo con datos del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), entre los años 2000 y 2020 se registró la muerte de 10 mil 626 personas debido a desastres naturales y daños materiales por 576 mil 311 millones de pesos, es decir, un promedio anual de unos 28 mil millones de pesos.