Por diversas omisiones en el caso Iguala y la liberación de involucrados en la desaparición de los 43 normalistas, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que se busca fincar responsabilidades a Omar Gómez Trejo, ex titular de la Unidad Especial de Investigación y Litigación para el caso Ayotzinapa.
Acusó que la dilación en los avances del caso es porque se buscaba que no se llegara a la verdad, además de que existía un esquema de protección desde el gobierno anterior.
Entre las omisiones, acusó que no se había ordenado que se consignara al ex procurador Jesús Murillo que “andaba quitado de la pena”; no se aplicaron los protocolos de Estambul a detenidos que denunciaron tortura, incumplieron plazos en juicios contra involucrados y no se solicitó información relevante a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
Incluso, reveló un “acuerdo” para que se fugara a Israel Tomás Zerón, ex titular de la Agencia de Investigación Criminal acusado de tortura de implicados en el caso Iguala.
“Ya que me metí a ver el asunto a fondo me estoy encontrando que se le dio libertad a muchos que habían participado en la desaparición de los jóvenes, con el argumento de la tortura, y liberan a 50 participantes”, reprochó.
López Obrador criticó también que se incumplieron plazos para solicitar información a la CNDH.
“El fiscal especial dejó pasar los términos, y esto fue lo que les sirvió a los defensores de los detenidos para solicitar que los liberaran”.
Además, cuando Alejandro Encinas, entonces subsecretario de Derechos Humanos, le presentó una lista de presuntos implicados, hubo resistencia para proceder contra ellos, explicó el mandatario.