La cumbre de representantes de más de un centenar de Estados en Cuba ha comenzado con un llamado del secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, para lograr un mundo más justo para los países en desarrollo. En su discurso inaugural, Guterres afirmó que el mundo le está fallando a los países en desarrollo y propuso la búsqueda de la sostenibilidad global y una arquitectura financiera diferente a la actual.
El Grupo de los 77 más China (G-77 + China), el foro más grande de concertación de la ONU, desarrollará sus encuentros en La Habana hasta el sábado. Este grupo representa al 80% de la población mundial y se espera la participación de más de 90 oradores, incluyendo mandatarios y otros representantes de países como Bolivia, Vietnam, Laos, Ghana, República Sudafricana e Irán.
Durante la cumbre, el presidente venezolano Nicolás Maduro abogó por el desarrollo de modelos propios en los países, sin permitir injerencias externas, y destacó la importancia de la cooperación entre las naciones del sur. Por su parte, China estuvo representada por Li Xi, quien afirmó que el país está comprometido con la reducción de las brechas digitales a través de un cambio tecnológico.
Otros representantes, como el palestino Mahmoud Abbas y el argentino Alberto Fernández, aprovecharon su turno para reclamar sobre la ocupación de territorios y las Islas Malvinas, respectivamente. Además, países como Mozambique y Surinam resaltaron el impacto del cambio climático y la vulnerabilidad de sus poblaciones ante sus efectos.
Bajo el lema Retos actuales del desarrollo: papel de la ciencia, la tecnología y la innovación, la cumbre tiene como objetivo concertar posiciones de cara a los debates en Naciones Unidas. El sábado se firmará una declaración final que reflejará los acuerdos alcanzados durante el evento.