Una maestra de primaria de Corea del Sur se quitó la vida luego de manifestar que se sentía demasiado presionada por el trabajo, especialmente debido a las quejas de los padres de sus alumnos. Su historia ha desatado toda una ola de indignación por parte de otros profesores y ha dejado al descubierto la severa crisis educativa que existe en el país asiático. De acuerdo con el medio La Opinión, Lee Min-so (nombre cambiado a petición de la familia) era una profesora de primaria y ser maestra era su sueño desde la infancia, según su primo.
Además, el cariño de sus alumnos era evidente en los dibujos y mensajes que le hacían. Sin embargo, el 3 de julio, la docente habría expresado por escrito la gran angustia laboral que sentía. Lamentablemente, dos semanas después sus compañeros la encontraron sin vida en el armario de su clase. Una situación que generó gran ira e indignación en toda la comunidad docente de Corea del Sur que expresó historias muy similares a las de Lee Min-so.
Las protestas de los maestros en Corea
Tras darse a conocer el hecho, miles de profesores de Corea del Sur se han manifestado en Seúl. ¿La razón? Uno de sus principales argumentos es que ahora tienen miedo a que los acusen por maltrato a sus alumnos, debido a que señalan que los padres se han aprovechado de una Ley de Bienestar Infantil aprobada en 2014. Se trata de un documento que dicta que los maestros señalados por presunto maltrato serán dados de baja en automático.
Por poner algún ejemplo, ahora un leve regaño podría calificarse de maltrato emocional y por ende, causar la expulsión inmediata de las y los docentes. En este sentido, los profesores, ya sea que lo hayan vivido o que lo hayan visto en otros casos, se sienten el apoyo para afrontar estas situaciones.
Los efectos de esta situación: la hipercompetencia
Lo que está pasando en Corea del Sur es una situación que no sólo está teniendo efectos en la comunidad docente del país asiático. También ha fomentado la cultura de la hipercompetitividad en un contexto donde prácticamebte todo depende del éxito académico. Por un lado, las y los alumnos compiten todo el tiempo por sacar las mejores notas y acceder a las escuelas con más prestigio desde pequeños. Por el otro, las y los padres de familia al tener menos hijos, pareciera que tienen menos oportunidades de obtener ese triunfo. A ello se le suma los niveles de desigualdad así como los conflictos, el acoso y la violencia dentro de las instituciones educativas de Corea del Sur.
En conjunto, todas estas situaciones han provocado que menos de una cuarta parte de las y los profesores se encuentren satisfechos con su trabajo según una encuesta de 2023 y frente al 68% de 2006, cuando comenzó el estudio. Incluso, la gran mayoría de ellos han pensado en abandonar su profesión en el último año.
Aunque se han empleado algunas medidas para corregir la situación en las aulas tales como nuevas directrices para los profesores y acuerdos con los padres de familia, todavía falta mucho por hacer en todo el sistema educativo. Además, se necesita promover una reestrcuturación de la definición del «éxito» en el país asiático a fin de que la vida no dependa de las notas escolares.