La asociación «Lumière sur Patrimoine,» que se dedica a la protección del patrimonio en París, presentó una denuncia por hurto y encubrimiento de hurto en la comisaría de policía del Centro de París el martes 12 de septiembre.
La razón detrás de esta denuncia es el sorprendente descubrimiento de la reventa de dos vidrieras pertenecientes a la catedral de Notre-Dame, las cuales habían estado desaparecidas durante 161 años.
Según la asociación uno de los vitrales representa a un ángel cerofero con un diámetro de 39.5 cm y otro que muestra a un ángel turífero con un diámetro de 42.5 cm.
Dichos vitrales fueron robados a mediados del siglo XIX, cuando la catedral estaba en proceso de renovación.
Dichas vidrieras reaparecieron en una subasta en junio de 2015, durante un evento organizado por la prestigiosa casa de subastas estadounidense Sotheby’s, dedicado a «pinturas, esculturas y dibujos antiguos del siglo XIX” y ante esto la asociación se enteró hasta este año por lo que presentó la denuncia.