La ciudad fronteriza de Eagle Pass, Texas, se encuentra abrumada por la llegada masiva de migrantes, lo que ha generado una situación de tensión tanto para los migrantes como para las autoridades estadounidenses. En medio de esta crisis migratoria, muchos migrantes se encuentran atrapados en el norte de México, sin opciones viables y con el temor de regresar debido a la peligrosa presencia de los cárteles en la región.
Lila, una mujer hondureña de 39 años, relató su experiencia al ser abordada por los agentes migratorios en su trayecto hacia el norte. Según ella, los agentes solo buscaban dinero y no le solicitaron sus documentos. Esta situación refleja la frustración generalizada entre los migrantes, quienes buscan una oportunidad de solicitar asilo en Estados Unidos pero se encuentran con obstáculos y falta de garantías por parte del gobierno.
En la última semana, más de 8.000 migrantes han llegado a Eagle Pass, Texas, colindante con Piedras Negras, donde muchos esperan citas para solicitar asilo. Sin embargo, algunos migrantes no esperaron y cruzaron el río Bravo, conocido como Rio Grande en Estados Unidos, arriesgando sus vidas en el proceso. Incluso se reportó la trágica muerte de un niño de 3 años por ahogamiento.
Ante esta crisis migratoria, las autoridades han tenido que reasignar agentes para hacer frente a la situación en Eagle Pass, lo que ha llevado al cierre de un puente internacional. La ciudad ha sido el epicentro de la misión fronteriza del gobernador de Texas, Greg Abbott, quien implementó la Operación Estrella Solitaria, incluyendo una barrera flotante en el río Bravo, durante dos años.
Los habitantes de Eagle Pass y Piedras Negras han expresado su sorpresa por el tamaño inusual de los grupos de migrantes que llegan en la actualidad. Los migrantes aseguran que se fueron juntando de manera espontánea a lo largo del camino, huyendo de la violencia y la falta de oportunidades en sus países de origen.
Según cifras de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, durante los primeros 17 días de septiembre se registraron 142.037 detenciones de migrantes en la frontera, un 15% más que el mismo periodo del mes anterior. Estas cifras incluyen a aquellos que son admitidos diariamente con una aplicación móvil para citas de asilo, pero la mayoría son entradas ilegales.
Eric Flores, un hondureño de 39 años, relató que llegó en un tren desde la Ciudad de México junto a un grupo de aproximadamente 3.000 personas. El grupo se fue dispersando y él encontró refugio en un albergue católico en Piedras Negras, donde buscaba encontrar un lugar seguro. A pesar de esto, aún quedan menos de 200 migrantes vagando por los predios de la Casa de Migrante Frontera Digna.
La crisis migratoria en Eagle Pass continúa en aumento y las autoridades se enfrentan a grandes desafíos para lidiar con esta situación. Mientras tanto, los migrantes se encuentran en una situación de incertidumbre y vulnerabilidad, a la espera de una respuesta por parte de las autoridades estadounidenses.