Una estela de destrucción es lo que muestran las primeras imágenes del paso de Idalia por el noroeste de Florida, un estado en el que el huracán, ahora degradado a tormenta, ha provocado inundaciones históricas, cierre de carreteras, viviendas despedazadas y donde todavía más de 260 mil casas y edificios están sin energía.
Idalia, que tocó tierra este miércoles en Florida con vientos de 205 km/h, es el huracán más poderoso que en los últimos 125 años ha impactado en la región de Florida conocida como «Big Bend», luego de que un ciclón sin nombre tocara tierra allí en 1896 con esa misma potencia.
En Cedar Key, al norte de la Bahía de Tampa, la marejada ciclónica elevó el mar hasta 2.4 metros por encima de su nivel normal en la mañana de este miércoles, según las primeras informaciones, un registro superior al récord en esta parte que produjo el huracán Hermine en 2016.
Por el momento son dos las víctimas mortales que de forma indirecta ha dejado este poderoso ciclón, dos personas que perecieron en accidentes de tránsito mientras conducían en medio de «extremas» condiciones climáticas, según informó la Patrulla de Carreteras (FHP), aunque el gobernador del estado, Ron DeSantis, dijo que «no hay muertes confirmadas».