El gobierno de Estados Unidos anunció el jueves que solicitará formalmente un panel de solución de controversias para resolver una disputa con México sobre los límites impuestos por el gobierno mexicano al maíz transgénico.

La Secretaría de Economía de México ha recibido la notificación y ha afirmado que defenderá su postura. En un comunicado, la Secretaría de Economía de México aseguró que las medidas impugnadas no tienen afectaciones comerciales y, por lo tanto, no violan el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

Sin embargo, la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR) se opuso a la prohibición implementada por México al maíz transgénico para consumo humano y sus planes de prohibirlo también como alimento para animales. La USTR argumenta que las medidas de México no están basadas en la ciencia y socavan el acceso al mercado acordado en el T-MEC.

Ahora, se seleccionarán a los miembros del panel de expertos, quienes tendrán aproximadamente medio año para estudiar la queja y dar a conocer sus hallazgos.

En caso de determinarse que México violó el T-MEC, podrían aplicarse sanciones comerciales. México desea prohibir el maíz transgénico para consumo humano y posiblemente también para consumo animal, lo cual ha generado preocupaciones por parte de sus socios de América del Norte.

Estos argumentan que dicha prohibición podría afectar el comercio y violar los requisitos del T-MEC que exigen que cualquier norma sanitaria o de seguridad se base en pruebas científicas. Es importante destacar que México es el principal importador del maíz amarillo estadounidense, del cual la mayoría es transgénico.

Este maíz se destina principalmente a la alimentación de ganado vacuno, cerdos y pollos, ya que México no produce suficiente maíz forrajero.

Cabe mencionar que el maíz para consumo humano en México es en su mayoría maíz blanco cultivado en el país, aunque productos procesados como las botanas de harina de maíz podrían contener maíz transgénico. México alega que el maíz transgénico puede tener efectos sobre la salud, incluso cuando se utiliza como forraje, pero aún no ha presentado pruebas.

En febrero, la Secretaría de Economía de México emitió nuevas normas que eliminaban la fecha para sustituir las importaciones de maíz transgénico.

Aunque se eliminó la fecha, se mantuvo la posibilidad de sustituir el maíz transgénico, lo que podría afectar los precios de la carne en México, donde la inflación ya es elevada. Esta disputa entre Estados Unidos y México preocupa a los agricultores estadounidenses, ya que podrían perder su mayor mercado de exportación de maíz, valorado en aproximadamente 3.000 millones de dólares al año.

Las negociaciones entre ambos gobiernos no han producido resultados hasta el momento.