Hasta el sueño se le fue a Xóchitl Gálvez después de que Marko Cortés la anunciara como uno de los perfiles con más posibilidades para convertirse en candidata del Partido Acción Nacional y de la oposición para la campaña electoral por la Presidencia de 2024. La política asegura que estaba convencida de que su destino estaba en competir por la Ciudad de México, pero que además un grupo de amigos la hizo analizar sus posibilidades de convertirse en la primera presidenta del país.
«Gente que no está en el medio político, que había leído columnas», dijo sobre las personas que la convencieron para buscara sus pros y sus contras para ser parte de la contienda electoral.
En el país cabemos todos: Xóchitl Gálvez
La panista acepta que es más conocida por los adultos y que los jóvenes no están al tanto de su labor a favor de los pueblos indígenas en el pasado para llevar electricidad o carreteras. No obstante, asegura que sus denuncias por la «Casa gris», vestirse de dinosaurio o tocar la puerta de Palacio Nacional le han dado la suficiente publicidad para que sea reconocida por las nuevas generaciones.
Indica que su perfiles idóneo para buscar la Presidencia debido a que entiende sobre la generación de energía, el cuidado del agua, el cambio climático, el tema empresarial, la administración de recursos. La aspirante a la titularidad del Poder Ejecutivo ve en el país un potencial para explotar de mejor manera los recursos para así impulsar a todas las clases económicas y permitir la movilidad social.
«Me entusiasma la idea de poder decirle a los jóvenes: «No te tienes que ir a Estados Unidos»».
Comenta que en caso de ser la candidata de Va por México y ganar las elecciones, no buscará erradicar los programas sociales que se han implementado. Añade que incluso ella votó para que estos apoyos fueran constitucionales. Apunta que su visión del país contempla que los jóvenes se capaciten para trabajar bajo las órdenes de las empresas más importantes del mundo como Tesla.
«Yo sí creo que los mexicanos quieren aspirar a algo más».
La única cosa en su pasado que prevé pueda ser usada en su contra es que su hermana se encuentra en la cárcel. Destaca que ella y su familia han logrado comprobar que no se encontraba en el sitio donde presuntamente cometió un delito grave, pero que esto no ha permitido su liberación. Añade que está dentro del catálogo de personas que fueron sometidas a tortura por parte de la Sedena.
«Tiene 11 en la cárcel. Ella tiene 52 años en la cárcel. La acusan de un delito de secuestro».
A raíz de esto se hizo cargo de sus sobrinas, las cuales siguieron sus pasos en la Ingeniería. Comenta también que visita a su familiar en la prisión cada 15 días.