El conflicto surgido hace más de un año entre Rusia y Ucrania ha sido un tema de preocupación mundial pues a medida que los países de Occidente muestran su apoyo a la nación invadida, el Kremlin amenaza con arremeter por el respaldo que le han dado, incluso con usar armas nucleares. Pero toda la situación se agrava por la información que un medio disidente ruso filtró, en el que presuntamente los funcionarios más cercanos a Vladimir Putin toman las importantes decisiones bajo los efectos del alcohol.

Así, según el medio Verstka, el futuro del mundo es discutido por personas que comienzan su día con una botella de vodka -bebida tradicional rusa-. De acuerdo con el artículo publicado, desde el comienzo de la guerra, no solo los ciudadanos rusos se han enfrentado a problemas psicológicos, sino también funcionarios y empresarios cercanos al poder. Prefieren lidiar con el estrés de la manera tradicional: bebiendo alcohol.

En el sondeo realizado por el medio, los empleados gubernamentales admitieron que las borracheras son una constante en el Kremlin, algunos dijeron no llegar a ese punto, pero al menos beber una o dos copas durante las reuniones. Cabe señalar que uno de los funcionarios que salió a relucir es Dimitri Medvedev, vicepresidente del Consejo de Seguridad y uno de los hombres de máxima confianza de Putin.

Los funcionarios rusos aumentaron su consumo de alcohol. Foto: AFP.

Discusión de temas importantes bajo el influjo del alcohol

Sobre Medvedev se dijo que suele enviar textos por Telegram hablando sobre los opositores de la guerra, a quienes califica de mankurts e ibliss (términos despectivos que hacen referencia a personas pobres títeres de sus enemigos y al diablo). Habla también sobre los países “violados por los señores de la oscuridad”, él mismo redacta los escritos, presuntamente en estado de ebriedad.

Entre los temas que se barajan presuntamente bajo el influjo del alcohol está la posibilidad que se lleve a cabo una guerra usando armas nucleares o el realizar un atentado contra el gasoducto Nord Stream, el cual sufrió un ataque en circunstancias sospechosas.

En medio del conflicto, los temas de interés se discuten en estado de ebriedad. Foto: AP. 

Crece el alcoholismo pese a oposición de Putin 

Desde el 2010 Vladimir Putin le declaró la guerra al alcoholismo, pues buscaba un país sano, incluso a los soldados “borrachos” que van al frente los mete en mazmorras especiales, pero al parecer su lucha no ha rendido frutos, pues su círculo cercano ha incrementado su consumo de alcohol.

Ahora las autoridades beben mucho y de todo, además revuelto. Antes el consumo de alcohol estaba limitado a máximo una botella por persona, ahora incrementó a botella y media e incluso dos. Entre las bebidas favoritas de los funcionarios están el coñac, el champán y el vino; según se ve en los artículos comprados por las agencias.

Putin ha apostado por un país sano libre de alcohol. Foto: AFP. 

Para quienes se preguntan cómo hacen las agencias para eludir las sanciones, la respuesta es que compran la mayoría de bebidas alcohólicas al extranjero. Aunque en los banquetes de altos funcionarios no pueden faltar bebidas rusas, no las más baratas ni las más caras. Cabe señalar que algunas personas cercanas a Putin o incluso los llamados “defensores del pueblo” también son productores de alcohol.

Las sanciones que Occidente ha impuesto a Rusia sí han afectado a la población, que al ver disminuida su capacidad de adquisición opta por consumir bebidas alcohólicas con bajo porcentaje de alcohol, otros más han decidido elaborar las suyas, de manera clandestina.