El balance por la explosión que esta tarde derribó parte de un edificio en el centro de París se sitúa ahora en 29 heridos, cuatro de ellos muy graves, y dos desaparecidos, según los últimos datos de la prefectura de policía.
La explosión, que las autoridades atribuyen de forma todavía extraoficial a una fuga de gas, causó el derrumbe del edificio y un incendio que movilizó a un importante despliegue de los bomberos para su extinción.
El prefecto de policía, Laurent Núñez, y al alcaldesa de París, Anne Hidalgo, visitaron el lugar de la explosión y ofreció en declaraciones a la prensa un balance todavía provisional, ya que proseguía la búsqueda de posibles víctimas y que sus servicios modificaron poco después.
Núñez se mostró «extremadamente prudente» sobre el origen de la deflagración, aunque desde los primeros momentos el número dos de la alcaldía del distrito V en el que ocurrieron los hechos, Édouard Civel, había afirmado que todo comenzó con una explosión de gas en la plaza Alfonse Laveran, el distrito V de la capital.
Una tesis en la que también había abundado la primera ministra francesa, Élisabeth Borne, y que habían acreditado algunos testigos, que dijeron haber notado un fuerte olor de gas.
La fiscal de París, Laure Beccuau, incidió, como Núñez, en la misma idea de que «por ahora, nada permite determinar el origen del siniestro» y dijo que se van a llevar investigaciones técnicas y se van a analizar las imágenes de las cámaras de vigilancia de la zona.
Beccuau puntualizó que todos los elementos apuntan a que la deflagración vino del interior del edificio que se vino abajo parcialmente, en el que estaba la Paris American Academy, una escuela de diseño de moda situada en la calle Saint Jacques.
La fiscal anunció la apertura de una investigación sobre las causas que provocaron las heridas y pusieron en peligro la vida de terceras personas, para tratar de determinar si pudo haber alguna imprudencia individual o si se incumplieron algunas reglas de seguridad.
La explosión se produjo hacia las 17:00 hora local (15:00 GMT) y rápidamente las fuerzas del orden acordonaron la zona, en la que trabajaron 267 bomberos con 70 vehículos.
El presidente francés, Emmanuel Macron, recordó a «todas las vítimas y a sus familias, que viven este momento de angustia», según dijo en una intervención en un concierto en el Elíseo con motivo de la Fiesta de la Música.