Nueve días después de su operación de abdomen, el Papa Francisco, de 86 años, prevé abandonar el hospital Gemelli de Roma para regresar al Vaticano, donde su evolución será vigilada de cerca ante un verano muy cargado.
Con problemas de cadera, dolores de rodilla, varias operaciones y una infección respiratoria en su historial, el Papa argentino ha sufrido problemas recurrentes de salud desde su elección en 2013.
El 7 de junio, Jorge Bergoglio se sometió a una operación de tres horas bajo anestesia general para reabsorber unas dolorosas adherencias en su pared abdominal, consecuencia de su operación de colon realizada en julio de 2021.
Durante todo su ingreso hospitalario, el Vaticano ha publicado boletines de salud diarios para enviar un mensaje tranquilizador, mencionando una evolución regular, un buen cuadro clínico y unos análisis de sangre normales.

Aparte de guardar reposo, el sumo pontífice retomó el trabajo desde su habitación, situada en el décimo piso del hospital Gemelli, conocido como «el hospital de los Papas», en la misma habitación que en numerosas ocasiones utilizó Juan Pablo II. Sus audiencias fueron canceladas hasta el 18 de junio.
El pasado 15 de junio, el Papa visitó el departamento de oncología pediátrica y neurocirugía infantil del hospital y habló con jóvenes pacientes, algunos de los cuales le habían enviado cartas, dibujos y mensajes deseándole una pronta recuperación.
En las fotos publicadas por el Vaticano, se ve a Jorge Bergoglio en una silla de ruedas saludando a los pacientes y al personal en los pasillos del hospital.