La Auditoría Superior de la Federación (ASF) aseguró que en el 2021 la ONU y el Insabi tuvieron irregularidades y deficiencias en la compra de medicinas

Específicamente, el Instituto de Salud para el Bienestar hizo compras por medio de la Oficina de las Naciones Unididas de Servicios y Proyectos (UNOPS, por sus siglas en inglés), así como de adjudicaciones directas, pero no acreditaron algunos pagos y falta evidencia de otros medicamentos entregados.

En el año 2021, el Insabi gastó 31 mil millones de pesos en medicamentos y material de curación. La ASF auditó una muestra de casi 5 mil millones o el 16%.

Entonces descubrió que en Insabi no acreditó el montó que pagó a la UNOPS por las adquisiciones, gerencia, operaciones y costos indirectos. Además omitió reportar a las 41 instituciones públicas que participaron en la compra.

El Insabi no contó con información sobre cuántos insumos entregó a cada institución, pese a que se le encargó la distribución de los medicamentos.

Es de mencionar que el convenio con dicha oficina de la ONU tenía el objetivo de mejorar la compra y abasto de medicamentos, pero no cubrió la demanda de los hospitales públicos.

La ASF documentó que de 3,485 claves de insumos requeridas por las instituciones sanitarias en noviembre de 2020, la UNOPS adjudicó únicamente 1,050 claves, es decir, 30.1% de lo solicitado.

El Insabi hizo compras directas para adquirir lo que faltaba, que eran 2,435 claves, pero el instituto únicamente consideró 986.

Finalmente, la Auditoría Superior de la Federación aseveró: «Se concluye que no se cumplió con la totalidad de las necesidades de medicamentos y material de curación de las Instituciones Públicas Participantes requeridas al Insabi».