El exjugador de Pumas, Dani Alves, negó reunirse cara a cara con su esposa Joana Sanz, al parecer ella quería hablar con él para hablar de su divorcio, el cual le pidió luego de que él terminara en la cárcel por el delito de abuso en España.
Hace unos días, Dani Alves terminó en la cárcel luego de que fuera acusado de abusar de una mujer en un bar en España. Ante esto el jugador fue expulsado de Pumas y su esposa Joana Sanz decidió pedirle el divorcio.
Joana Sanz informó que le pediría el divorcio, incluso dijo que hace poco fue a ver al futbolista a la cárcel para hablar sobre los términos de su separación pero él le dijo que no quería verla para ese tema.
Luego de que ella fuera a la cárcel, Alves decidió llamarle por teléfono a Joana para hablar sobre el divorcio, fue una llamada muy breve ya que al futbolista no le conceden mucho tiempo para hablar.
«Joana Sanz le pidió verse en un cara a cara y Dani Alves dijo que no. Podemos confirmar que después de decir que no, Dani Alves llamó desde prisión directamente a la que sigue siendo su mujer. Una conversación telefónica, que dura muy poco, en la que apenas se pueden explicar las cosas porque en este caso el tiempo es oro», comentaron en un programa español que fue testigo de este hecho.
Algunas fuentes cercanas, Dani Alves le dice a Joana que sabe que ella quiere divorciarse pero que él no la quiere perder y que por esa misma razón está haciendo todo lo posible por evitar hablar de ese tema con ella.