Barry Croft Jr. fue sentenciado a casi 20 años de prisión luego de tramar el secuestro de Gretchen Whitmer, gobernadora del estado de Míchigan (EE.UU.).

Juez federal dictó sentencia contra el sujeto quien formó parte de la trama para intentar el secuestro de la gobernadora en verano del 2020.

La Fiscalía acusó que Barry Croft había estado practicando la detonación de explosivos como parte del plan para privar de la libertad a la mandataria.

De acuerdo con las investigaciones, Croft era el “arquitecto” que diseñó el plan para secuestrar a la gobernadora estadounidense y era el ideólogo.

A Croft le dieron 19 años de cárcel, mientras que ayer a Adam Fox, uno de sus cómplices lo sentenciaron a 16 años.

Los fiscales pedían cadena perpetua para Croft y Fox, a quienes denunciaban por no sólo intentar el secuestro de la gobernadora sino que querían provocar supuestamente una guerra civil.

Los autores del complot estallaron por las restricciones más duras que interpuso el gobierno de Míchigan y también otros estados en 2020 para frenar la ola de contagios que se desató en Estados Unidos.

También temían posibles amenazas contra la Segunda Enmienda de la Constitución estadounidense sobre el derecho a portar armas.

El fiscal federal adjunto Nils Kessler indicó que aunque Croft no tenía un “control jerárquico” sobre los demás participantes de la conspiración, impulsó su complot desde el inicio hasta el final.

Croft era un camionero de Delaware, llevaba tatuajes sobre sus ideas relacionadas a la “resistencia”. Viajaba a Ohio, Wisconsin y Míchigan para reunirse con personas que compartían su ideología calificada de extremista.

El último paso para que Croft intentara el secuestro de la gobernadora era que acudiera ella a su casa de campo.

El FBI se infiltró en el grupo de Croft y disolvió el complot un mes antes de las elecciones presidenciales 2020 y detuvo a catorce personas en relación a los hechos.