Agencias
David Zarate y Hernán Mireles se combinaron para lanzar el cuarto juego sin hit ni carrera de México en la historia de la Serie Mundial de Pequeñas Ligas.
En una deslumbrante actuación de los dos la pelota, Miguel Padilla conectó jonrón por segundo juego consecutivo para liderar a la ofensiva, David Zarate y Hernán Mireles se combinaron para lanzar 5.0 entradas sin hit ni carrera y México venció por nocaut 10-0 a Canadá para completar el cuarto no-hitter que un equipo mexicano lanza en la Serie Mundial de Pequeñas Ligas.
La hazaña combinada fue firmada este lunes 22 de agosto, a un día del 65 aniversario del legendario Juego perfecto de Ángel Macías por el campeonato de México en 1957, el primer juego sin hit ni carrera en la historia de un representativo tricolor.
El más reciente no-hitter que había lanzado un equipo mexicano fue un juego perfecto combinado y también terminó por nocaut. Félix Díaz (2.0 EL), Sebastián Cueller (1.0 EL) y Joel Turrubietes (1.0 EL) lo consiguieron el 18 de agosto de 2012 en una apabullante victoria por 12-0 sobre Uganda.
David Zarate encabezó al cuerpo de lanzadores con 3.0 entradas en las que solamente se le embasó un bateador tras un error de él mismo.
Omar Bousmina, el mismo corredor que se embasó en la pifia, fue puesto fuera momentos después atrapado robando gracias a un extraordinario disparo desde la receptoría de Fernando García; aunque la jugada en un inicio fue marcada como safe, la revisión revocó la llamada.
Zarate ponchó a 6 de los 9 bateadores que enfrentó. Hernán Mireles relevó en la cuarta y dio un pasaporte con dos outs, ponchó a Jaxon Mayervich y acabó con la entrada antes de volver para el quinto inning que retiró en orden.
La ofensiva mexicana tomó una importante ventaja del juego en la segunda entrada con un rally de seis carreras. En el tercer capítulo, Miguel Padilla dio su segundo jonrón del campeonato en días consecutivos y David Zarate, con quien se combinó en el primer partido para dar cuadrangulares espalda con espalda, dio un largo sencillo que estuvo a pocos metros de irse del otro lado de la barda.
Con una ventaja de 8-0 en la quinta entrada, Iván Cuesta negoció un pasaporte con las bases llenas para producir otra carrera de ‘caballito’ y Hernán Mireles dio el imparable que produjo la décima carrera con la que entró en acción la regla de la misericordia.
Curiosamente, un juego sin hit ni carrera terminó con un imparable.