Francia se asoma a un nuevo territorio político sin explorar, el de una Asamblea Nacional sin mayoría gubernamental pero tampoco una alternativa en la oposición, lo que abre dudas sobre la gobernabilidad del país.
El presidente Emmanuel Macron perdió este domingo su mayoría absoluta ante el fuerte empuje de la coalición de izquierda Nupes y la ultraderecha, en una composición inédita en la V República.
Macron no ha salido todavía a la luz pública a explicar sus planes y se desconoce cuándo lo hará, mientras surgen numerosos interrogantes sobre qué rumbo emprenderá.
En una cámara con 577 diputados en la que se necesitan al menos 289 para la mayoría absoluta, la alianza macronista Ensemble obtuvo 245 (frente a 350 en 2017), por 131 de la coalición izquierdista Nupes (desde 63), 89 escaños del ultraderechista RN (8) y 61 del conservador Los Republicanos (LR), que había logrado 112 hace cinco años.
La portavoz del Gobierno de Francia, Olivia Grégoire, avanzó que su objetivo será “convencer a los moderados” para intentar sacar adelante el programa legislativo de Macron, aunque reconoció que “va a ser complicado”.
La solución más lógica será “un Gobierno en minoría” que intente tejer alianzas “caso por caso”, avanza a EFE, Émeric Bréhier, responsable del Observatorio de la Vida Política de la Fundación Jean Jaurès, uno de los principales observatorios políticos de Francia.
Bréhier ve “difícil” que Macron pueda alcanzar un pacto de legislatura con el partido conservador LR, donde no se le tiene mucho cariño por todas las deserciones que ha fomentado en sus filas.