Alberto Serna

Ciudad Victoria, Tamaulipas.- Serenidad y temple, frío como el hielo, poco expresivo, confiado, como si se sintiera con el triunfo en la bolsa, así llegó Américo Villarreal Anaya a las oficinas del IETAM para realizar su registro.

De la mano de su esposa, el hijo del ex gobernador Américo Villarreal Guerra cumplió con el protocolo, acompañado por la plana mayor de Morena, Mario Delgado y Ernesto Palacios, de ahí a dar su kilométrico mensaje, lleno de saludos.

La pasión desbordada era demasiada, la ola guinda de Morena inundó la ciudad, miles y miles de personas acudieron al llamado, claro, también hubo miles y miles de acarreados que hicieron grande la comitiva de Morena.

Américo sereno llegó al templete, y con el discurso de siempre de la Cuarta Transformación, empezó a hablar sobre cómo cambiarán a Tamaulipas, de cómo lograrán atraer las políticas de Andrés Manuel López Obrador.

Antes del discurso una persona interrumpió y le dijo con un megáfono; “Estamos con usted, tenemos toda la esperanza en usted doctor Américo”.

El grito de la gente era unísono, “Es un honor estar con el doctor, es un honor estar con el doctor”, así los fanáticos de Morena invadían el primer cuadro de la ciudad.

“Estoy emocionado y agradecido con ustedes, con el partido, porque me han dado esta oportunidad de ser el candidato a la gubernatura”, comentó.

Y agregó; “Nosotros vamos a transformar de verdad a Tamaulipas”.

Con la gente enloquecida y la emoción a flor de piel, el doctor se comprometió a traer una verdadera transformación en el Estado y aseguró; “De que se van se van”.

Así Américo Villarreal Anaya saldrá como primer lugar en las encuestas de cara al cinco de junio, así Villarreal Anaya demostró músculo político y sobre todo enseñó, que tiene un pie y medio en el palacio de gobierno para el próximo uno de octubre.