Agencias

El primer ministro británico, Boris Johnson, pidió a los responsables de organismos del sector público que hagan “planes de contingencia” ante la posible ausencia de hasta un 25 por ciento del personal por contagios de COVID-19, informó este domingo la Oficina del gabinete del Gobierno.

Los directivos deben hacer “preparativos sólidos” ante el “peor escenario” y anticipar tener que cubrir bajas de un 10, 20 o hasta un 25 por ciento en el personal, sobre todo en sectores donde no se puede trabajar desde casa, como la Sanidad o la Educación.

El Ejecutivo teme el efecto en la fuerza laboral de la variante ómicron del coronavirus, que es más transmisible -aunque se cree que sus síntomas son más leves- y por tanto aumenta el número de personas en confinamiento.

El Reino Unido ha registrado en los últimos días récords de contagios, hasta casi 190 mil diarios en Nochevieja -las cifras no se actualizan con la frecuencia habitual por los festivos-, aunque algunos expertos indican que pronto podría alcanzarse el pico.

Como parte de las medidas para contener la propagación de la ómicron, el ministro de Educación, Nadhim Zahawi, pidió que los estudiantes de secundaria lleven cubrebocas en las clases a su regreso del receso navideño en Inglaterra, donde hasta ahora solo era obligatorio en las zonas comunes (las otras regiones del Reino Unido aplican sus propias medidas).

También ha prometido suministrar siste mil purificadores de aire para instalar en zonas con mala ventilación, pero los sindicatos educativos consideran que es insuficiente pues hay al menos 300 mil aulas en la región inglesa.

Estas medidas estarán vigentes hasta el 26 de enero, aunque se espera una revisión en torno al día 4.