Agencias

Una mujer de nacionalidad belga, identificada como Zoe Snoeks, murió al caer desde una altura de 30 metros cuando intentaba tomarse una selfie al borde de un acantilado.

El accidente, según informa New York Post, ocurrió el pasado martes en la localidad de Nadrin (Bélgica), donde la víctima y su pareja se encontraban de paseo.

«Desde el inicio de la pandemia, era nuestra pequeña costumbre conducir por Europa en nuestra camioneta y tomar hermosas fotos», declaró Joeri Janssen, su esposo.

El día de la tragedia planeaban volver a su hogar, en la provincia belga de Limburg, pero antes decidieron tomar fotografías en una pequeña montaña llamada Herou.

Ya en la cima, Snoeks le pidió a su pareja que se ocupara de sus perros. Cuando este volvió la mirada hacia su mujer, ella ya no se encontraba allí.

«Debe haber sucedido en menos de cinco segundos» aseguró Janssen. Luego de una ardua búsqueda, un equipo de rescatistas encontró el cuerpo sin vida de la mujer en un río cercano.

«Inmediatamente desbloqueé su teléfono y vi que se había tomado una foto en el borde del barranco, su última selfie», dijo el marido.