Agencias
Triple-doble del base, que se convierte en el jugador con más partidos de 5 o más triples en la historia de Dallas. Cleveland, +30 con el español en cancha.
Unos entran en barrena y otros elevan el vuelo de nuevo. Cleveland Cavaliers arrasó esta madrugada en su visita a Dallas (96-114) en un encuentro perfecto en ambos lados de la pista. Duro en defensa, con presión constante y de altura sobre Luka Doncic.
Y aplastante en ataque, con un daño permanente en la zona: más de la mitad de sus puntos, 60, llegaron en la pintura con un Jarrett Allen sublime. El cinco hizo su mejor encuentro de la temporada con 28 puntos y 14 rebotes.
Ni Moses Brown ni Kristaps Porzingis pudieron ponerle el cascabel dejando clara una verdad inmutable: no es lo mismo tener un pívot que tener muchos centímetros bajo el tablero. Es un asunto diferencial.
Es pura realidad. Los Cavs enlazan, de esta forma, dos triunfos después de sus cinco derrotas consecutivas. Por su parte, los Mavs dudan. Ya son cinco derrotas en los últimos seis partidos contra rivales de postín.
Tras las dos contra Phoenix Suns llegó la de Los Angeles Clippers (al que ganaron al día siguiente). Washington Wizards y estos Cavaliers tomaron a continuación Texas. Mala pinta en este tramo complejo del curso.
Doncic, histórico en Dallas Los Mavs comenzaron dando la talla.
Intercambiaron golpes. Pero eso duró lo que tardaron los de Ohio en calentar motores y en desbordar a Doncic.
El base hizo su segundo triple-doble de la temporada con 25 puntos, 10 rebotes y 10 asistencias.
Sus 7 triples (de 11 intentos) le colocan como el jugador con más partidos, 33, de 5 o más anotados en la historia de la franquicia al superar los 32 de Dirk Nowitzki.
Sin embargo, no le valió para nada ante un rival que dominó el rebote gracias a su tall ball: 33-48.