Agencias
Al menos ocho personas perdieron la vida después de que un hombre armado abriera fuego este lunes por la mañana en una universidad en la ciudad de Perm, Rusia.
El Ministerio de Salud de Rusia precisó se trata de 24 heridos, de los que 19 sufrieron heridas de bala.
Es el segundo tiroteo masivo contra una institución educativa que ocurre este año en Rusia.
Medios locales informaron que el atacante entró al campus universitario y empezó a disparar contra alumnos y profesores.
Algunos estudiantes y profesores se atrincheraron en el edificio y a otros se les pudo ver saltar por las ventanas.
La policía reportó que hirió y detuvo al atacante, según esto era estudiante del lugar de los hechos.
A través de videos que circulan en las redes sociales se capta a los estudiantes arrojando sus pertenencias por las ventanas de los edificios de la institución antes de saltar para escapar del atacante.
afirman que el atacante había escrito en las redes sociales que estaba actuando en solitario y que no tenía motivos políticos ni religiosos.
Mientras tanto la universidad emitió un mensaje en las redes sociales instando a los estudiantes que estaban en el edificio a permanecer dentro de los salones de clases.
«Había como unas 60 personas en el salón. Cerramos la puerta y formamos una barricada con asientos», relató el estudiante Semyon Karyakin a la agencia noticiosa Reuters.
Además de los al menos ocho muertos reportados, las agencias noticiosas estatales de Rusia citaron al Ministerio de Salud diciendo que 24 personas estaban siendo atendidas, incluyendo 19 que recibieron heridas de bala.
El Kremlin dijo que el presidente Vladimir Putin fue informado del incidente y que este envió sus «condolencias a aquellos que perdieron familiares y seres queridos».
Los tiroteos en centros educativos son relativamente raros en Rusia debido a las estrictas medidas de seguridad en estas instituciones y por las restricciones al porte de armas.
No obstante, a mediados de este año, un estudiante de 19 años abrió fuego en su antiguo colegio en la ciudad de Kazan, en Rusia central, matando a nueve personas.