Agencias

Este domingo, el aterrizaje de un avión de la Fuerza Aérea de Filipinas fracasó, se estrelló y estalló en llamas en una isla del sur el domingo, matando a 31 personas después de que algunas saltaron del fuselaje, dijeron funcionarios de seguridad, en el peor desastre aéreo militar del país en casi 30 años.

Las imágenes de la escena mostraban llamas y humo saliendo de los escombros esparcidos entre los árboles mientras hombres en uniforme de combate se arremolinaban, mientras una columna de espeso humo negro se elevaba desde los cocoteros hacia el cielo.

El avión de transporte Lockheed C-130 que llevaba tropas con destino a operaciones de contrainsurgencia se estrelló con 96 tripulantes a bordo.

El avión intentó aterrizar en el aeropuerto de Joló, pero sobrepasó la pista sin aterrizar. No pudo recuperar suficiente poder y altura y se estrelló.

«Se vio a varios soldados saltando de la aeronave antes de que golpeara el suelo, librándolos de la explosión causada por el accidente», dijeron las autoridades en un comunicado.

El jefe militar Cirilito Sobejana dijo que el avión «perdió la pista tratando de recuperar el poder» y detalló que la tragedia ocurrió alrededor de las 11:30 a.m..

Recuperaron 29 cuerpos y 50 personas fueron trasladadas al hospital, dejando 17 desaparecidos, dijo el ejército en el comunicado, agregando que todavía hay esperanza para los sobrevivientes.

También murieron dos civiles en el terreno y cuatro resultaron heridos, dijo un portavoz del Departamento de Defensa Nacional.

Asimismo, un portavoz militar, el coronel Édgard Arévalo, dijo que no había señales de ningún ataque al avión, pero aún no había comenzado una investigación del accidente y los esfuerzos se centraron en el rescate y el tratamiento.

El comando militar dijo que los soldados a bordo tenían el rango de soldado raso y estaban siendo desplegados en sus batallones. Volaban al aeropuerto provincial de Joló desde Laguindingan, a unos 460 kilómetros al noreste.