Agencias

Lakers y Warriors protagonizan el duelo cumbre del play-in, un escenario muy distinto a esas Finales en las que LeBron y Curry forjaron su histórica rivalidad.

LeBron y Curry vuelven a verse las caras en una cita con la historia. Y en una temporada en la que se han hecho amigos.

O eso parece, después de un All Star en el que han jugado juntos por primera vez en su carrera. La rivalidad entre ambos se remonta a hace ya unos años, concretamente a las Finales de 2015, donde se enfrentaron por primera vez.

Desde entonces, se vieron tres veces más en la gran cita, una en la que Curry prevaleció en tres ocasiones por una del alero, que salió airoso en 2016, en una remontada histórica.

En todos esos enfrentamientos se creó una narrativa en torno a las dos referencias de sus respectivos equipos, una que les puso cara a cara y en la que se habló de una rivalidad no sólo deportiva, también personal.

Ninguna de las estrellas se fue nunca de tono en sus declaraciones, en las que siempre se mostraron altamente comedidos.

El respeto mutuo por el otro era la tónica general de la relación, que nunca fue más allá de las pistas y tuvo escenas muy comentadas en dichos partidos, con LeBron celebrando un tapón en la cara de Curry en el sexto asalto de las Finales del 2016, en plena remontada de los Cavaliers.