Agencias
La policía de Myanmar abrió fuego este viernes contra los manifestantes opuestos al golpe militar del mes pasado, matando a un hombre, mientras arrecia la condena internacional sobre la junta antes de una reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para discutir la crisis.
La violencia ocurrió cuando el ejército perdió un pulso por el liderazgo de su misión de la ONU en Nueva York y Estados Unidos anunció nuevas sanciones contra conglomerados militares tras la muerte de decenas de manifestantes civiles.
Los activistas que exigen la restauración del gobierno electo de la veterana campeona de la democracia Aung San Suu Kyi celebraron más manifestaciones en varios pueblos y ciudades, con una multitud de miles de personas que marchó pacíficamente por Mandalay, la segunda ciudad del país.
«La edad de piedra ha terminado, no tenemos miedo porque nos amenaces», coreó la multitud.
La policía abrió fuego y un hombre murió, dijeron testigos y un médico a Reuters por teléfono.
En la ciudad principal de Rangún, la policía disparó balas de goma y granadas de aturdimiento para dispersar a los manifestantes, a los que se unieron unos 100 médicos con batas blancas, dijeron testigos.
La multitud se reunió también en la ciudad de Pathein, al oeste de Rangún, y en el centro de Myingyan, donde decenas de mujeres con sombreros de paja sostenían carteles pidiendo la liberación de Suu Kyi, dijeron testigos.
Singapur ha sido el más explícito de los vecinos de Myanmar y su ministra de Relaciones Exteriores, Vivian Balakrishnan, dijo que era una «vergüenza nacional» que las fuerzas armadas usaran armas contra su pueblo.
La condena del golpe y la violencia subsiguiente ha procedido sobre todo de Occidente, ya que los vecinos asiáticos de Myanmar, incluida India, se han mostrado en su mayoría más moderados. La junta puede contar con algo de apoyo de Rusia y China, un importante inversor, en la ONU.
El investigador de derechos humanos de la ONU en Myanmar, Thomas Andrews, instó al Consejo de Seguridad -que se reunirá para discutir la situación más tarde el viernes-, a imponer un embargo de armas global y sanciones económicas específicas a la junta.