Agencias
El Rey se salió en la paliza de los Lakers, que pasaron por encima de unos Warriors dominados de principio a fin. Harrell, con 27 puntos, clave. Hacía tiempo que los Lakers no ganaban con tanta contundencia.
Y lo han hecho en el Chase Center, ante los Warriors y con un rival de la talla de Stephen Curry, ese archienemigo de LeBron James que desde el All Star ya no lo es tanto.
Allí, ambos rivales enfrentados por la narrativa incluso en lo personal, compartieron equipo por primera vez. y mostraron una gran sintonía, un momento que han alargado en Golden State, donde se han saludado afablemente, han compartido bromas y han tenido un duelo, eso sí, muy alejado de los míticos que los enfrentaron en las Finales.
El balance entre ambos, que se han enfrentado en 38 ocasiones, es ahora de 22-16 para Curry, que ve como El Rey recorta distancias una vez se han quedado atrás los días de gloria de los Warriors, esos que les hicieron llegar a cinco Finales consecutivas y ganar tres anillos, en una de las mayores dinastías de la historia.
El que parece convivir siempre con la grandeza es LeBron, que solo se tomó de descanso la 2018-19, para conquistar su cuarto anillo al año siguiente y aumentar una leyenda que sigue creciendo sin pudor.
Los Lakers dominaron el partido sin paliativos, de principio a fin: lanzaron con casi el 63% en tiros de campo, por encima del 40% en triples, vapulearon a su rival en el rebote (46-30).
Repartieron 36 asistencia y, aunque perdieron 19 balones, un dato que podría haber sido una losa, provocaron 22 pérdidas de los Warriors, a los que dejaron en un 43% desde el lanzamiento y poco más del 35% en triples.
Los angelinos ganaron todos y cada uno de los cuartos, anotaron 36 y 35 puntos en el segundo y en el último, no dejaron que los locales pasaran de los 26 en ninguno de ellos haciendo gala así de una excelente defensa, y al descanso ya mandaban de casi 20 puntos (65-47).
Y todo esto sin un Anthony Davis que sigue sin tener fecha de retorno.
En otras palabras: dominio total y victoria aplastante, por 31 puntos al final, una de las más contundentes de la temporada y en uno de los partidos más completos que los angelinos han disputado en mucho tiempo.
LeBron James fue, de nuevo, el líder de los Lakers al conseguir un triple-doble, el cuarto de la temporada para él: 22 puntos (con 8 de 13 en tiros de campo y 2 de 4 en triples), 10 rebotes y 11 asistencias por, eso sí, 6 pérdidas.