Agencias

El cierre del mercado NBA se acerca y Lakers y Nets son los principales interesados en reforzar sus plantillas.

Tendrán hasta el día 25 de marzo para hacerlo, cuando expirará el plazo y los equipos serán definitivos para encarar la recta final de la temporada y mirar hacia unos playoffs que ya no parecen tan lejanos (empiezan el 22 de mayo) y que prometen ser mejores que una temporada marcada, otra vez, por la pandemia del coronavirus.

Los Lakers, inmersos en un pequeño bache en cuanto a juego y número de victorias que intentarán paliar después del All Star, quieren completar su plantilla con un hombre interior y un alero que pueda lanzar desde fuera y defender.

En la Gran Manzana, los Nets se quedaron secos cuando ficharon a James Harden y formaron su big three de ensueño, y han ido, desde entonces, fichando a jugadores por poco dinero para fortalecer las posiciones que tienen más débiles. Su última llegada, ya se sabe, ha sido Blake Griffin.

Tal y como está el tema, con ambos equipos pagando ambos salarios a sus estrellas, el buyout será clave. Recordemos que este término corresponde a la separación entre franquicia y jugador, mediante un pacto llevado a cabo entre ambas partes en el que el baloncestista renuncia a una parte de su salario (que varía en cada caso, en el de Griffin con los Pistons fue de 13 millones) y pasa así a ser agente libre sin restricciones.

En este caso, el jugador en cuestión puede firmar hasta el final de temporada por el mínimo de veterano, siempre prorrateado dependiendo del número de días que le queden al curso.

El contrato por el mínimo no entra en el salary cap, por lo que una vez dentro de él, el equipo no tiene que preocuparse por superar el límite salarial impuesto por la NBA.

En otras palabras: este tipo de maniobras son extremadamente útiles para equipos que pagan una gran cantidad de dinero en salarios y optan al anillo. Ahora mismo, hay varias opciones de buyout en la Liga.

La última fue la de Blake Griffin, pero otras como la de Andre Drummond, apartado de la dinámica de los Cavaliers, también han sonado fuertemente. Otra opción es JaVale McGee, también en Ohio, o Otto Porter Jr., que quiere salir de los Bulls.

Y está Trevor Ariza, que ni siquiera ha debutado (alegando «motivos personales») con la plantilla de los Thunder, tiene 35 años y cuajó una buena última temporada el año pasado en Portland.

A los Lakers les interesan, a priori, todos ellos, aunque dan más importancia a cubrir el puesto de alero que el de pívot, algo para lo que tienen más opciones más allá de Drummond o McGee, en especial con un DeMarcus Cousins cortado por los Rockets y que ha sonado para regresar a las filas angelinas, por las que pasó el año pasado sin debutar.