Agencias
En el perímetro del penal del Altiplano, en Almoloya de Juárez, Estado de México, se detectaron anomalías en la tierra, presumiblemente túneles con los que se planeaba concretar un nuevo escape de Joaquín El Chapo Guzmán, tras la que fue su última captura.
En un estudio del suelo del penal del Altiplano, en poder de MILENIO, se identificaron al menos cinco indicios de túneles.
Uno de ellos generó preocupación en las autoridades penitenciarias, que se vieron obligadas a cambiar al capo del narcotráfico a otro penal federal, el de Ciudad Juárez.
De acuerdo con ex funcionarios encargados de la custodia del narcotraficante, el análisis del suelo realizado alrededor del penal de máxima seguridad se ordenó luego de una serie de irregularidades detectadas, que hacían suponer que El Chapo ideaba un nuevo escape.
Contaron que comenzó a tener comportamientos extraños, similares a los que tuvo antes de la fuga del 2015, como ir continuamente al baño para jalar la palanca de desagüe o ir y venir del área de la regadera hacia su cama.
Además se percataron de ruidos extraños, similares a los de una construcción. Por lo que activaron las alertas necesarias para evitar una nueva fuga.
La decisión de trasladarlo a Ciudad Juárez se dio porque en esa zona el subsuelo era más arenoso, lo que dificultaría una probable excavación subterránea.
Además, porque tenía módulo de alta seguridad recién hecho y era un lugar que él no controlaba, elemento importante ante las investigaciones de la fuga del Altiplano que revelaron que sobornó a funcionarios y custodios para evadirse.
Los ex funcionarios consultados por MILENIO, aseguraron tener sospechas fundadas de que desde El Altiplano sí se ideaba una nueva fuga después de que fue reaprehendido el capo.
Sobre la supuesta participación de Emma Coronel en el plan, como ahora se le señala en documentos judiciales de Estados Unidos con los que sustentan su detención, los ex funcionarios mexicanos revelaron cómo a su esposa se le permitía verlo solo una vez al mes y para ello lo visitó tanto en el penal del Altiplano como en Ciudad Juárez.
En declaraciones hechas a la Corte de Nueva York que juzgó a Guzmán Loera, Dámaso López Núñez, El Licenciado, confesó que cuando “su compadre” volvió a ser detenido en enero de 2016, Emma Coronel lo buscó para decirle «que mi compadre se quería fugar otra vez, que si lo ayudaba de vuelta».
En 2015, el narcotraficante escapó por un túnel de la prisión del Altiplano, esta vez usando un túnel de más de 1.6 kilómetros de largo que comenzaba en el baño de su celda.
De acuerdo con el estudio del suelo en poder de MILENIO, el nuevo túnel que alertó a las autoridades se construyó presumiblemente de manera perpendicular, en dirección a una Telesecundaria de la zona.
Para la primera fuga del Altiplano, la segunda en la historia de El Chapo, según el testimonio de El Licenciado, él junto con Emma Coronel y los hijos del Chapo, Iván, Alfredo y Ovidio planearon la compra del terreno por el que se fugó, desde donde se excavó el primer túnel para ayudarlo a escapar.
El segundo plan de fuga de El Altiplano se habría frustrado con el trasladado de El Chapo a Ciudad Juárez, Chihuahua.
En los documentos judiciales con los que se basa la detención de Emma Coronel se reitera, como El Licenciado reveló en el juicio, que ella había sobornado con dos millones de dólares al oficial encargado de las prisiones mexicanas para que hiciera gestiones para devolver a Guzmán al Altiplano, donde supuestamente ya habían adquirido otro terreno y construido un nuevo túnel preparando la nueva fuga, que jamás se concretó.
Cuando Joaquín El Chapo Guzmán fue trasladado del Altiplano a Ciudad Juárez, los responsables de su custodia eran Eduardo Guerrero, Renato Sales, Miguel Ángel Osorio Chong y de todos los movimientos para garantizar su cuidado estaba enterado el presidente Enrique Peña Nieto.