Este miércoles, Bolivia inauguró la planta de energía solar fotovoltaica del departamento de Oruro, considerada la más alta del mundo y ubicada a más de 3,700 metros sobre el nivel del mar.
Indican que se trata de una obra cuya primera etapa que fue lanzada por el Gobierno del expresidente Evo Morales, aunque estuvo más de un año suspendida por el golpe de Estado en el país, ocurrido desde noviembre de 2019.
Con capacidad para producir 100 megavatios al sistema interconectado nacional, la planta consta de «más de 300,000 paneles fotovoltaicos emplazados en 214 hectáreas», indicó el ministro de Hidrocarburos y Energía, Franklin Molina, en el acto de inauguración de la Fase II.
Por su parte, el actual presidente de Bolivia, Luis Arce Catacora, destacó que el proyecto que comenzó con Morales fue suspendido después del golpe institucional, y retomado por su gestión.
Detallaron que la obra fue desarrollada por la Empresa Nacional de Electricidad Bolivia (ENDE) y tuvo una inversión de 54.7 millones de dólares.