Alberto Serna

Ciudad Victoria, Tamaulipas.- “Prefiero morirme por un virus que de hambre”, fueron las primeras palabras expresadas por un vendedor ambulante de nombre Joel Barrera, cuando llegó el operativo de Coepris para solicitarles que desalojaran el primer cuadro de la ciudad en donde ofertan sus productos.

“Ese virus no lo conozco, el hambre si”, reitero y dijo que aunque lo quiten se seguirá poniendo o incluso andara casa por casa ofreciendo sus productos pues debe de mantener a siete personas que dependen de él económicamente.

Y es que después de más de 60 días de confinamiento social en donde los vendedores habían sido retirados impidiéndoles su trabajo, apenas hace unos días se volvieron a instalar y ahora la Comisión Estatal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Coepris) los exhortó para que se retiraran de el lugar.

“Realmente el virus en donde está, nosotros tenemos miedo a morirnos de hambre, no a un virus, si nos pega ya es responsabilidad de nosotros, yo tengo que mantener a siete personas en mi hogar y con 100 pesos diarios no la voy a librar” comentó.

Joel Barrera pidió que se cierren todos los negocios de la ciudad en donde no se venden artículos esenciales y ahora si que el gobierno los apoye, pues no puede ser que grandes comercios sigan con sus puertas abiertas y ellos que también venden productos para comida no los dejen trabajar.

“Están violando nuestros derechos, están violando el artículo primero, el 29 y el 138 de la constitución, yo creo que ningún gobernador está por ego la de la constitución, el único que lo puede hacer es el presidente y con el aval de diputados y senadores”, comentó.

Y es que señaló que sólo ha podido sobrevivir en estos días porque ha seguido trabajando pues no puede darse el lujo de irse a su casa y estar solamente ahí en confinamiento.

“He sobrevivido trabajando, y si nos retiran me voy a ir casa por casa, prefiero morirme por un virus que de hambre”, finalizó.