Agencias

El director médico de la NFL consideró correctos los procedimientos seguidos antes del partido de los Ravens de Baltimore el jueves, cuando el receptor Dez Bryant dio positivo por COVID-19.

De acuerdo con el jefe médico Allen Sills, se procedió en este caso del mismo modo que en todos los demás.

Bryant recibió una prueba inconclusa tras ser activado para el encuentro. Fue retirado del terreno durante el calentamiento y se le realizó otra prueba.

La liga y los Ravens realizaron el rastreo de contactos, pero no encontraron ninguno que llevara a la interrupción del partido ante Dallas, o bien al retiro de jugadores o personal.

“Tomé la decisión final de que no hubo ningún contacto con el caso de alto riesgo, entonces no había necesidad de quitar a nadie más”, enfatizó el Dr. Sills el miércoles. “Diría que fue una revisión directa simplemente debido a que hubo pocos contactos identificados con la información. Creo que eso es un reflejo del hecho de que el equipo ha estado bajo el intenso protocolo y ciertamente ha cumplido y hecho un buen trabajo en sus instalaciones antes del partido”.

“Entonces eran pocos contactos para revisar y con la cooperación de los jugadores involucrados no identificamos ningún contacto que preocupara. Seguimos el mismo proceso en este caso que en otros. Llegamos a esa determinación utilizando el mismo grupo y el mismo proceso y el hecho de que lo hayamos logrado de manera tan rápida no es reflejo de una falta de rigor en el proceso”.