Agencias

Al borde de un Brexit sin acuerdo, Gran Bretaña y la Unión Europea acordaron continuar las conversaciones comerciales, aunque ambos minimizaron las posibilidades de éxito.

El primer ministro británico, Boris Johnson, y la presidenta de la Comisión de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, abandonaron un plazo autoimpuesto y prometieron “hacer un esfuerzo adicional” para cerrar un acuerdo comercial posterior al Brexit que evitaría el caos y costos comerciales a partir de Año Nuevo.

“Donde hay vida, hay esperanza”, dijo Johnson, ofreciendo una especie de justificación para continuar con las conversaciones que han zozobrado durante la mayor parte del año y deben terminar antes del 1 de enero, cuando termina el período de transición para Gran Bretaña, que se divorció de la UE en enero.

Con cientos de miles de empleos y decenas de miles de millones en comercio en juego, Von der Leyen dijo después de su llamada telefónica con Johnson que “ambos creemos que es responsable en este momento hacer un esfuerzo adicional”.

Todo ello, añadió, “a pesar del agotamiento tras casi un año de negociaciones ya pesar de que se han incumplido una y otra vez los plazos”.

A menos de tres semanas para la ruptura definitiva con la UE, hay aspectos clave sin resolver sobre la relación futura entre el bloque de 27 países y Gran Bretaña.

Han pasado cuatro años y medio desde que los británicos decidieron, con 52% de votos a favor y 48% en contra, abandonar la UE y, como decía el lema de los partidarios del Brexit, “recuperar el control” de las leyes y fronteras británicas.